Los padres presentaron la denuncia ante el Ministerio de Educación chileno y ante el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual

En conversación con TERRA.cl, la académica de la Unesco, Mary Guinn Delaney, aseguró que la etapa escolar “es una oportunidad única para intervenir en procesos que podrían ser muy negativos”. Esto tras estudiar la experiencia sobre bullying homofóbico que se ha registrado en otros países.
“Entendemos la homofobia como un comportamiento adquirido, no es una cosa innata, se da por ciertas condiciones sociales, actitudes que se pueden cambiar. Y la escuela nos da una oportunidad esencial para usar el tema de la homofobia, el respeto y valoración de la diversidad e inclusión”, aseguró.
Agregó que desde el 2010 la Unesco se ha estado reuniendo con activistas de movimientos por la diversidad sexual. Según dijo, erradicar los ataques de homofobia desde la enseñanza evita que los jóvenes caigan en la droga, depresión o incluso el suicidio, producto del rechazo de sus pares.
“Los resultados son alentadores”, afirmó.
“Creo que Chile tiene un camino por andar en el tema de la educación de sexualidad en general, y para poder hablar de una que sea integral, hay que tratar si o si temas de diversidad sexual. Porque es una realidad para muchos y muchas jóvenes, (no se puede) dejar de lado como un currículo oculto, que no se puede hablar, que es tabú, secreto, malo, que es pecado; etcétera”, puntualizó.
LEY ANTIDISCRIMINACIÓN: “CHILE NO ES EL ÚNICO PAÍS QUE FALTA”
Consultada respecto al debate por la ley antidiscriminación, Mary Guinn Delaney afirmó que en nuestro país “se ha abierto un debate súper importante y de fondo en torno a este tema”, a propósito de la muerte de Daniel Zamudio.
“Chile no es el único país que le falta un camino por andar en el tema específico de legislar una protección a las minorías sexuales”, afirmó. Sin embargo, agregó que debe ser consecuente con lo que ha planteado a nivel internacional.
“Chile ha firmado, ha adscrito importantes convenios a nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas y de la OEA que menciona específicamente el tema de los Derechos Humanos de las minorías sexuales. Lo que falta ahora es dar el próximo paso y expresar ese compromiso en sus leyes nacionales”, señaló la docente.
“Hemos visto que leyes antidiscriminatorias son siempre una parte fundamental de la respuesta”, precisó.
Fuente://terra.cl
Los datos fueron dados a conocer este viernes por la directora ejecutiva del Centro Democracia y Comunidad, Cristina Orellana.
La medición se realizó entre noviembre de 2011 y enero de este año, y consistió en entrevistar cara a cara a 1.401 padres y apoderados, de prekinder a 4° medio –todos mayores de 24 años- de comunas de 20 mil y más habitantes de las regiones de Antofagasta hasta Los Lagos, incluida la Región Metropolitana y de Los Ríos. El estudio representa al 95% de total de matricula escolar.
Al consultárseles si creen que en los últimos 10 años la educación ha mejorado en el país, el 27% de los padres piensa que efectivamente ha evolucionado, mientras que el 37% opina que se ha mantenido igual. Sólo un 36 % señala que ha empeorado.
Al evaluar los aspectos positivos del sistema escolar nacional, el 76% señala como positivo el desempeño de los colegios privados, el 55% cree positivo el equipamiento e infraestructura, el 54% la preparación de los profesores, el 53% la exigencia a los alumnos y el 51% la posibilidad de elegir colegio.
Entre los aspectos negativos, el 76% destaca que la fiscalización de los establecimientos, con un 66% el desempeño de los colegios municipales y un 65% cree que es deficiente la remuneración de los profesores y la disciplina en los establecimientos.
Además, el 93% confiesa que tienen la expectativa que sus hijos accedan a la educación superior.
Al preguntar por las principales razones para cambiar a sus hijos del establecimiento escolar en el que estudian el bullying es prácticamente el único motor de cambio. Un 45% lo señala como la principal razón.
Un 72% admitió estar interiozado sobre las demandas del movimiento estudiantil, mientras que un 58% declaró conocer las demandas de los secundarios. Un 51% de los encuestados aceptó conocer la propuesta del Gobierno hacia el movimiento estudiantil.
Respecto a las peticiones que hacían los estudiantes a los autoridades, un 85% dijo estar de acuerdo con las demandas y un 52% con las manifestaciones y protestas estudiantiles.
La medición reflejó que un 68% está de acuerdo con las tomas de los colegios y un 65% con la ocupación de las universidades.
Cuando se les consultó quiénes fueron los más perjudicados con el conflicto estudiantil, un 65% respondió que el país en general, un 18% los estudiantes secundarios y un 13% las familias de los escolares. Un 4% sostuvo que los universitarios.
Un 85% de los padres cree que continuarán las movilizaciones estudiantiles. Un porcentaje similar afirma que aumentarán las demandas sociales y un 83% cree que continuarán los paros y tomas de los secundarios. Un 77% señala que cree que no estará solucionado el conflicto estudiantil este año.
Respecto al lucro en la educación, un 54,7% opinó que el tema tiene que ver con ganar dinero en desmedro de la gente, cobros excesivos, aprovechamiento económico. Un 15% de los encuestados admitió no saber definir el concepto.
Los datos fueron dados a conocer este viernes por la directora ejecutiva del Centro Democracia y Comunidad, Cristina Orellana.
La medición se realizó entre noviembre de 2011 y enero de este año, y consistió en entrevistar cara a cara a 1.401 padres y apoderados, de prekinder a 4° medio –todos mayores de 24 años- de comunas de 20 mil y más habitantes de las regiones de Antofagasta hasta Los Lagos, incluida la Región Metropolitana y de Los Ríos. El estudio representa al 95% de total de matricula escolar.
Al consultárseles si creen que en los últimos 10 años la educación ha mejorado en el país, el 27% de los padres piensa que efectivamente ha evolucionado, mientras que el 37% opina que se ha mantenido igual. Sólo un 36 % señala que ha empeorado.
Al evaluar los aspectos positivos del sistema escolar nacional, el 76% señala como positivo el desempeño de los colegios privados, el 55% cree positivo el equipamiento e infraestructura, el 54% la preparación de los profesores, el 53% la exigencia a los alumnos y el 51% la posibilidad de elegir colegio.
Entre los aspectos negativos, el 76% destaca que la fiscalización de los establecimientos, con un 66% el desempeño de los colegios municipales y un 65% cree que es deficiente la remuneración de los profesores y la disciplina en los establecimientos.
Además, el 93% confiesa que tienen la expectativa que sus hijos accedan a la educación superior.
Al preguntar por las principales razones para cambiar a sus hijos del establecimiento escolar en el que estudian el bullying es prácticamente el único motor de cambio. Un 45% lo señala como la principal razón.
Un 72% admitió estar interiozado sobre las demandas del movimiento estudiantil, mientras que un 58% declaró conocer las demandas de los secundarios. Un 51% de los encuestados aceptó conocer la propuesta del Gobierno hacia el movimiento estudiantil.
Respecto a las peticiones que hacían los estudiantes a los autoridades, un 85% dijo estar de acuerdo con las demandas y un 52% con las manifestaciones y protestas estudiantiles.
La medición reflejó que un 68% está de acuerdo con las tomas de los colegios y un 65% con la ocupación de las universidades.
Cuando se les consultó quiénes fueron los más perjudicados con el conflicto estudiantil, un 65% respondió que el país en general, un 18% los estudiantes secundarios y un 13% las familias de los escolares. Un 4% sostuvo que los universitarios.
Un 85% de los padres cree que continuarán las movilizaciones estudiantiles. Un porcentaje similar afirma que aumentarán las demandas sociales y un 83% cree que continuarán los paros y tomas de los secundarios. Un 77% señala que cree que no estará solucionado el conflicto estudiantil este año.
Respecto al lucro en la educación, un 54,7% opinó que el tema tiene que ver con ganar dinero en desmedro de la gente, cobros excesivos, aprovechamiento económico. Un 15% de los encuestados admitió no saber definir el concepto.
Después que el ministro de Educación, Joaquín Lavín, diera a conocer las medidas que se adoptarán para enfrentar el alza de matonaje escolar, el académico de la U. de Santiago de Chile, Jaime Retamal, señaló que las medidas anunciadas no son suficientes para frenar la violencia.
“Hay que utilizar metodologías más cualitativas que ayuden a comprender los contextos, los mundos escolares, las vidas de los alumnos y no simplemente que nos digan y nos entreguen frecuencias”.
Según el experto, Chile tiene un sistema educacional violento “nuestra escuela promueve la injusticia social, es una escuela segregadora ¡desde la cuna!”, explicó el comunicado del plantel.
Además, calificó como absurda la publicación de los colegios más y menos violentos “ni siquiera sabemos en qué contextos funcionan o cómo la comunidad educativa trabaja en ellos. Simplemente decimos resultados de encuestas y luego teorizamos o especulamos casi en el aire. Por ejemplo, se ha dicho que las escuelas del norte del país son más violentas que las del sur por ¡el influjo de la droga! sin tener ningún antecedente metodológicamente relevante para decirlo”, dijo Retamal.
Para frenar las cifras de bullying dadas a conocer el domingo, el Mineduc adoptará distintas medidas entre ellas el nombramiento de un profesor responsable de recibir denuncias, un reglamento de convivencia escolar con los padres y un equipo especializado de sicólogos.
Ante esto, el psicólogo señaló que éstas “son extemporáneas e insuficientes”. A su juicio, las autoridades debiesen implementar un programa nacional para la formación de profesores en las universidades, para directores, para profesores y un programa para la formación de investigación científica para saber qué realmente está sucediendo con la violencia escolar en las escuelas, citó el comunicado de la Usach.Además, muy mal asesorado, el Ministro ha dicho que “es la primera vez que tenemos un análisis de la situación del Bullying a nivel nacional y exacto, colegio por colegio y con la seriedad que da un cuestionario entregado a más de 200 mil alumnos”. Nadie puede tener una información “exacta” sobre un fenómeno tan complejo e inexacto como este. ¿Es lo mismo la “violencia escolar”, que la violencia “EN” la escuela, que la violencia “DE” la escuela o que la violencia “CONTRA” la escuela? Para nada.
A no olvidarlo, este sistema escolar que tenemos, que por muchas justificaciones que demos (por la masificación, que por el crecimiento, que por los profesores, etc.) es uno muy desigual, injusto socialmente hablando y muy desintegrado. La semana pasada, gracias a la OCDE, por fin se oficializó la idea de que Chile tiene el sistema escolar más “desintegrado” del planeta OCDE: los ricos están con los ricos y los muy pobres con los muy pobres. Así ¿cuándo? Es la principal causa del fracaso que muestra el SIMCE respecto a nuestra desigualdad.
No obstante, es muy importante decirlo, hay profesores -cientos- que creen en los niños más pobres y vulnerables. Se esfuerzan día a día por construir ciudadanía, comprensión política, paz y crecimiento escolar con ellos.
Por esta razón, ante tan importante debate, nos permitimos como equipo de investigación en Violencia Escolar –llevamos más de 10 años investigando el fenómeno- aportar con una breve reflexión que consideramos urgente.Durante la IV Conferencia Mundial sobre Violencia Escolar y Políticas Públicas realizada el 2008 en Lisboa y la V desarrollada hace muy poco en Mendoza, nos quedó claro –revisando muchas de las intervenciones- que para avanzar contra la violencia en las escuelas debemos evitar al menos dos vicios metodológicos que se repiten en muchos programas de intervención en el mundo: la creencia muy arraigada en los “expertos” que considera a la violencia escolar como un fenómeno estructural entre individuos (víctima-agresor); y la creencia de que existe una causalidad lineal que explicaría etiológicamente el fenómeno (TV, videojuegos, familia disfuncional, etc.). Claramente estos dos vicios fundamentan una visión sobretodo criminológica que no ayuda en nada a intervenir pedagógicamente en las comunidades escolares. Urge cambiar ese paradigma.
Las investigaciones recientes muestran que debemos avanzar desde la acción comunitaria para generar un clima y un espacio escolar donde los conflictos no deriven naturalmente en violencia y se gestionen, en cambio, en un ethos de respeto mutuo, solidaridad, reconocimiento y compañerismo (verGottfredson, ya desde 2001.)
La comunidad escolar debe preguntarse entonces ¿son los estudiantes el verdadero objeto de nuestra atención profesional? (o sólo el rendimiento escolar para el SIMCE y la PSU); ¿creen los estudiantes que en la escuela hay justicia y equidad en sus procedimientos y acciones disciplinarias?; ante los desafíos pedagógicos ¿se sienten competentes y capaces?; la escuela ¿pone desafíos fáciles de cumplir o no pone simplemente desafíos?; ¿se sienten, los estudiantes, orgullosos de ser parte de sus colegios?.
Nosotros, los adultos, no debemos perder el horizonte respecto a que el fin de la educación es primariamente ético y político. Sólo un par de datos: le preguntamos a más 2500 estudiantes (el años 2007 y el año 2010 respectivamente) de diversos liceos si su palabra valía y era tomada en cuenta en el colegio y sólo un 8.6% respondió afirmativamente; además, sólo el 30% cree que su colegio se preocupa de que aprendan conocimientos pertinentes y valores ciudadanos. Es decir, estamos lejos, muy lejos.
Estas reflexiones son pertinentes a la hora de analizar, o siquiera hacer anuncios, sobre el fenómeno de la violencia escolar en nuestro país. No vaya a ser que de nuevo estigmaticemos a las escuelas públicas y busquemos otra causa más de su decadencia que nada o muy poco tiene que ver con las verdaderas razones de su crisis.