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Wednesday, September 27, 2017

Expertos culpan al sistema educativo por malos resultados en Simce de escritura

La Agencia de Calidad de la Educación entregó los resultados del Simce de Escritura 2016, aplicado a más de 212 mil estudiantes de sexto básico del país.

Más que reconocer diferencias sustantivas, el informe reafirmó las tendencias que se han identificado en años anteriores. Esta vez el promedio alcanzado por los estudiantes fue de 51 puntos, es decir, un punto más que en 2015.

Dentro de las principales conclusiones se indica que más de la mitad de los estudiantes presenta dificultades en el desarrollo de sus textos o escribe textos que se entienden con dificultad. Y que,  en general, los estudiantes presentan mejor desempeño al elaborar discursos narrativos que informativos.

Para Carmen Sotomayor, profesora de Estado, investigadora especialista en lenguaje y escritura del Centro de Investigación Avanzada (CIAE), este último dato es relevante porque reflejaría que el método que privilegian los profesores es el que los estudiantes sólo copien la materia desde los pizarrones y no optan por la escritura libre.

En esa línea, dijo que el obstáculo para incentivar este tipo de escritura es el limitado tiempo con el que cuentan los docentes dentro de la planificación, considerando que el aprendizaje a través de la escritura es un proceso complejo que requiere de varias correcciones.

“Es necesario que los estudiantes produzcan textos de distintos tipos, por ejemplo, argumentativo con una carta de solicitud o un pequeño ensayo. La primera piedra de tope en desarrollar mayores habilidades es que no se escribe mucho y es porque los mismos docentes no tienen tiempo para esto”, explicó.

Respecto del análisis socioeconómico, el informe señala que en contexto de vulnerabilidad – es decir, grupos bajo y medio bajo- los establecimientos rurales obtuvieron mejores resultados que los urbanos. Esto último fue valorado por el Ministerio de Educación, dado que muchas escuelas y liceos rurales han sido cerrados por sus deficientes resultados académicos.



Otro  de los factores que destaca el análisis es la sustantiva brecha de género. Las mujeres obtuvieron tres puntos porcentuales más que los hombres en todas las áreas medidas.

Sobre este tema, el investigador del Observatorio de Políticas Educativas (Opech), Mario Sobarzo, explicó que no ha habido una política nacional de incentivo al capital cultural sin distinción de género, por lo mismo las niñas tienen mejor rendimiento en lenguaje y más bajo en matemáticas y ciencias. “Son políticas aisladas que sólo abordan un ámbito y no global, por ejemplo sólo se enfoca en la política educativa o en el tema de los beneficios sociales sin entender que se requiere de una articulación entre las áreas”, indicó.

Para el jefe de carrera y profesor del Departamento de Educación de la Universidad de Chile, Marcelo Pérez, el sistema educacional sigue reproduciendo la desigualdad social y las reformas en curso no cambiarían dicha situación.

Además comentó que esta es la consecuencia de la reforma aplicada en 1981 que desmanteló el sistema sustentado en un estado docente y que lo desplazó hacia iniciativas privadas donde la familia asumió un rol protagónico dependiendo de sus condiciones económicas.

Uso de tecnologías

El  Simce también  destacó que el uso de nuevas tecnologías y el intercambio de textos vía correos electrónicos, Whatssapp e Instagram serían las nuevas formas de escritura. Por lo tanto, esto no empeoraría la manera de escribir sino que sería un nuevo género necesario de analizar. Sin embargo, la investigadora del CIAE, Carmen Sotomayor, dijo que mediante este mecanismo no se ejercita la correlación de ideas de un texto mayor, como la relación de capítulos de un libro, o la cohesión y coherencia.

Respecto de este tema, Marcelo Pérez dijo que “las habilidades y competencias también están relacionadas con la tecnología que no se puede separar del factor económico que los garantiza”.

De todas maneras, los expertos advirtieron que las pruebas estandarizadas – al igual que la Prueba de Selección Universitaria (PSU)- dejan fuera una serie de factores de contexto social y económico del estudiante y de las escuelas y, por lo mismo,  afirmaron que es preocupante que sea una calificación que determine los recursos y los programas que les son destinados. “Los sistemas de medición vienen a corroborar estas diferencias que tienen que ver más con un problema social que educativo”, enfatizó.

Otras cifras publicadas en el documento señalan que en los textos informativos el 64 por ciento desarrolla el tema de manera básica o solo enuncia sus ideas, y en los textos narrativos la mitad de los estudiantes desarrolla los temas de manera básica o con dificultad.

Fuente://http://radio.uchile.cl/

Monday, December 26, 2016

Estudio revela ventajas de estudiantes del sector oriente de la capital al dar la PSU

Sólo 12 de las 35 comunas del Gran Santiago superaron el promedio nacional de puntajes en la PSU del 2015, en momentos que se inicia el proceso de admisión a la educación superior 2017.

Un estudio de la Fundación Techo Chile que analizó la distribución territorial de los puntajes de la Prueba de Selección Universitaria del año pasado en las 15 capitales regionales y las comunas del Gran Santiago, reveló las brechas en los números entre comunas más ricas y las más pobres.

Según lo publicado por La Tercera, sólo 12 comunas del Gran Santiago superaron el promedio nacional de 500 puntos en la PSU. De ellas, sólo tres superan los 600 puntos. El listado promedio lenguaje-matemática es (del más alto al más bajo):

– Vitacura: 620 puntos
– Lo Barnechea: 602 puntos
– Las Condes: 601 puntos
– La Reina: 580 puntos
– Providencia: 569 puntos
– Huechuraba: 532 puntos
– Peñalolén: 518 puntos
– Ñuñoa: 517 puntos
– Santiago: 517 puntos
– Macul: 506 puntos
– Maipú: 503 puntos
– La Florida: 501 puntos

En contraste, Cerro Navia es la comuna que registra el puntaje promedio más bajo, con sólo 414 puntos. El listado de 10 comunas, del menor al mayor, es:

– Cerro Navia: 414 puntos
– San Joaquín: 432 puntos
– Lo Espejo: 436 puntos
– Lo Prado: 443 puntos
– San Ramón: 445 puntos
– La Pintana: 453 puntos
– Conchalí: 456 puntos
– Pudahuel: 459 puntos
– Padre Hurtado: 459 puntos
– Independencia: 461 puntos

En diálogo con el matutino, Juan Pablo Valenzuela, de la Universidad de Chile, comentó que “la PSU necesita un profundo rediseño, porque incluso informes internacionales han corroborado que es un instrumento que tiene una serie de sesgos que deben ser modificados”.

Fuente:biobio.cl

Thursday, December 10, 2015

El engaño y la mentira de la PSU

¿Es la PSU un “sistema de admisión confiable y transparente”? Si solo se oyen las voces del Consejo de Rectores, pareciera que sí lo es. Según la autora de esta columna, no es más que autocomplacencia. Ella señala que ya antes de ponerse en marcha hace 13 años, los rectores reconocían serias deficiencias de la prueba como instrumento predictor del rendimiento universitario. También dice que la PSU es injusta: excluye a los más de 170 mil alumnos de establecimientos técnico-profesionales y mantiene los sesgos socieconómicos del sistema. La evaluación que hicieron los expertos de Pearson hace tres años da cuenta de los problemas. Aunque recomendaron cambios profundos, todavía no son implementados.

La semana pasada el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh) se pronunció, una vez más, como defensor de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y se felicitaron a sí mismos por su “sistema de admisión confiable y transparente”. Sin ánimo de polemizar, como ex dirigente estudiantil, quisiera ser enfática al señalar que en Chile las últimas 13 generaciones han debido enfrentar una prueba de selección que no da el ancho ni en calidad ni en equidad. El informe de Pearson de la PSU del año 2013 dejó al descubierto sus falencias. También dejó al descubierto el engaño a la opinión pública por parte de los rectores y encargados de las pruebas con respecto a su calidad y equidad. Acá se aplica la famosa frase del presidente Abraham Lincoln: “Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.

Los rectores saben que la PSU es un pobre predictor del rendimiento universitario y es intrínsecamente injusta para casi la mitad de los alumnos de menores recursos de nuestro país (ver reportaje de CIPER). Lo supieron antes de que esta prueba fuera implementada, como lo revelan actas del consejo de rectores del año 2000. La PSU fue una prueba diseñada para evaluar el currículum científico humanista, lo que dejó en una profunda desventaja a más de 170 mil alumnos que estudian en establecimientos de educación técnico profesional, el 41% de la matrícula (Mineduc, 2014). ¿Merece esta prueba los elogios expresados por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi? A todas luces, no. Asimismo, tampoco se queda atrás el sesgo socioeconómico de la evaluación, ni es claro que el sistema de acceso que hoy opera en Chile no presente además sesgos de género o pertenencia a pueblos indígenas.

Por las deficiencias de la PSU, el acceso a las instituciones de educación superior más prestigiosas –aquellas que participan del Sistema Único de Admisión– es hoy injusto y discriminatorio. Los expertos de Pearson que evaluaron la PSU hicieron hincapié en la necesidad de reformular las pruebas, de manera que se centraran en examinar los contenidos necesarios para predecir el éxito en el rendimiento universitario. Advirtieron también acerca del mal uso que se hacía de los puntajes de la PSU para asignar beneficios estudiantiles, como becas y créditos. Han pasado tres años desde que se conoció el informe de Pearson y las sugerencias contenidas en éste para transitar hacia una prueba que no favorezca de forma arbitraria a los postulantes de colegios particulares pagados, no se han implementado.

La urgencia del cambio es hoy día apremiante. A menos que se implementen las modificaciones medulares sugeridas por los expertos de Pearson, los fondos de todos los chilenos que el gobierno piensa destinar a la gratuidad no van a beneficiar a quienes más lo necesitan y merecen. En cambio, irán destinados a favorecer a algunas instituciones, cuyas autoridades tienen llegada en el mundo político.

Ante la discriminación injusta a la que han sido sometidos los alumnos de menores recursos, en especial los que asisten a la educación media técnica profesional, las palabras del rector Vivaldi resuenan con una nota de cruel ironía cuando afirma: “Hacemos un esfuerzo nacional porque el mérito, el esfuerzo y el talento, finalmente, sea lo único que hoy día entra a cada sala en que se va a rendir esta prueba, y eso como CRUCh nos gratifica”.

¿Cómo pueden los rectores hacer gala de tamaña autocomplacencia, cuando ellos saben que casi un millón de estudiantes chilenos fueron sometidos a ser evaluados por una prueba mal concebida, que examina contenidos irrelevantes que los más pobres nunca tuvieron la oportunidad de aprender durante su etapa escolar? Más que  gratificarse y felicitarse entre sí, debieran estar pensando en cómo corregir y reparar el daño infligido durante trece años de PSU.

Anhelo profundamente que esta reforma educacional comience por erradicar una de las mayores injusticias de nuestro modelo: el sistema de acceso.

fuente:// ciper.cl

Monday, November 2, 2015

Creador del ranking de notas: "En el Ministerio de Educación hay poco compromiso con la inclusión"

Francisco Javier Gil, ex asesor del Mineduc en el programa Pace, renunció en agosto tras conocer que se mantenía el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) en el presupuesto de 2016.


Cuando a principios del 2014, Francisco Javier Gil -creador del ranking de notas, asesor de la Unesco en inclusión y académico de la U. de Santiago-, recibió la invitación para ser parte del programa Pace en el Ministerio de Educación (Mineduc), no lo pensó dos veces: “Me estaban ofreciendo trabajar en lo que me gusta y hacer de Chile un país más justo”, explica, aludiendo al programa que busca que estudiantes vulnerables ingresen a la educación superior por sus méritos académicos. 

Su única pregunta, antes de dar el sí, fue saber si eliminarían el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), financiamiento que se les entrega a las universidades que logran matricular a los 27.500 mejores puntajes de la PSU. 

Con el pasar de los meses, Gil dice que advirtió que la División de Educación Superior (Divesup) del Mineduc empezó a titubear. Y en agosto de este año renunció: “Vi el presupuesto y no había ni eliminación ni modificación del AFI. Yo no puedo trabajar así”.

¿Le costó tomar la decisión?

Como académico de la U. de Santiago, llevo 25 años pidiendo la eliminación o modificación del AFI, ya que causa mucho daño a la educación media, al proceso de admisión y a la educación superior. En el presupuesto, el ítem del AFI venía igual que en los últimos años. Les dije que no podía trabajar con ellos, porque no entiendo, hay acuerdo  transversal para eliminarlo. Creo que hay negligencia. 

¿Por qué?

Puede que no entiendan el concepto, que no tengan voluntad o que consideren que otras cosas son prioritarias, pero el hecho concreto es que después de un año y medio en el gobierno y teniendo todas las posibilidades de  generar los cambios, no lo hicieron. Es innoble, porque con esos $ 25 mil millones del AFI usted puede hacer cosas mucho más inclusivas.

Al ingresar al Mineduc, ¿tuvo la esperanza de que eso cambiaría?

Sí, me hicieron promesas verbales. 

¿Ud. está liderando la petición de rechazo al AFI en el presupuesto?

Sí, con un grupo de académicos fuimos a la Subcomisión Mixta y solicitamos que aprobaran sólo mil pesos para el AFI. El monto se reparte a las instituciones que matriculan a los  27.500 alumnos con más altos puntajes de la PSU, estos no están al alcance de los mejores alumnos de sectores pobres. Las razones del por qué a los alumnos más vulnerables les va peor, es porque no les pasan los contenidos, no porque no hagan el esfuerzo. No se trata de que no estudien. 

¿Por qué cree que el Mineduc no hizo el cambio? 

(En el ministerio) hay poco compromiso con la inclusión, desgraciadamente. Hay incomprensión. A lo mejor ellos técnicamente no comprenden el impacto que tiene esto, pero la razón principal es dejación, desidia.

¿Por qué la resistencia?

Porque el cambio genera mucho ruido en este contexto político y de reforma educacional, pero hace 10 años  no había reforma y siempre aparece una excusa nueva.

Cuando se anunció el adelanto de la gratuidad hubo críticas hacia el jefe de la Divesup, Francisco Martínez. ¿Usted las comparte? 

 Creo que hay algunos asesores de don Francisco Martínez que son de muy buena calidad y otros que no son personas comprometidas ni idóneas. Pero no es todo el equipo, hay gente  que tiene muy clara la película, pero él mismo no la tiene clara.

¿Se refiere a Martínez?

Sí, no la tiene clara. Yo he estado en varias comisiones por AFI y en todas se concluye lo mismo: que es impostergable su eliminación.

¿Para usted mantener el AFI es contradictorio a la inclusión?

Sí, mientras el AFI está premiando a las universidades donde se matriculen los alumnos de más alto puntaje PSU, el Pace premia el esfuerzo de una persona por su rendimiento en cuatro años. 

A su juicio, ¿es necesario hacer cambios en la Divesup?

Sí, tiene que haber un cambio. Para hacerse cargo de la Divesup debe haber un equipo de personas,  y el jefe sobre todo, que tengan mucha capacidad de escuchar todas las visiones.  Para hacer un buen gobierno hay tres etapas: ver, juzgar y actuar. Ver significa saber lo que pasa en todo el sistema de educación superior, tener una visión completa y esto significa estudiar mucho, que es lo que yo creo que le faltó a este equipo. Después que uno estudia todo, hay que evaluar a qué cosas apuntan a mayor justicia social y todo lo que apunte a que no se cumpla el objetivo, se debe borrar. Uno puede hacerse un programa y decir que el AFI se termina en dos o tres años, y se firma un convenio con los rectores.  A la Divesup le faltó estudiar, no han hecho la pega. Esto se refleja, por ejemplo, en cómo llevaron a cabo el tema de la gratuidad, que es un tema tan bonito, ya que deja libre pago a 200 mil familias. Lo hicieron mal y hoy día no hay nadie que lo comprenda.

¿Cómo se debió hacer?

No han usado los argumentos más académicos para defender  la gratuidad. Si usted le dice  a una institución que no tendrá gratuidad porque el propietario es tal, ok es un argumento. Pero si yo le digo, mire usted por el momento no tiene gratuidad porque su estudiantado es  prácticamente todo de los quintiles superiores  y en la medida  que se vaya acercando a tener un estudiantado tan diverso como es el país, entonces, hablaremos de gratuidad. Esto es muy distinto.  Por ejemplo, podrían mirar el número de universidades que postulan a tener la beca de nivelación. No todas lo hacen, yo miraría esta cifra y preguntaría a las instituciones sus razones. El  no postular muestra que esa institución no tiene una voluntad de tener a jóvenes  estudiosos de los sectores más pobres. Entonces, si no la ha mostrado en el pasado ¿por qué de repente el interés de educarlos ahora? Porque se financia con platas de todos los chilenos. Por sus obras los conoceréis. Si quiere educar solo a algunos, no nos pidan recursos a todos los chilenos.

fuente://latercera.com

Wednesday, October 28, 2015

ENCUESTA REVELA QUE 4 DE 10 PERSONAS CONSIDERA QUE EDUCACIÓN MUNICIPAL ES “MALA”

Estudio realizado por el Centro de Estudios de la Universidad San Sebastián, con el objetivo de obtener un panorama acerca de lo que piensa la población sobre los efectos de la Ley de Inclusión Escolar, detectó que Un 42% de los encuestados piensa que la gratuidad impactará de manera positiva a la clase media.


Un sondeo realizado por el Centro de Estudios de la Universidad San Sebastián, con el objetivo de obtener un panorama acerca de lo que piensa la población sobre los efectos de la Ley de Inclusión Escolar, que termina con el lucro, copago y selección, detectó escepticismo, sobre todo en los segmentos con mayores ingresos, respecto de si tendrá algún impacto en la calidad de la educación o si se estrecharán las brechas entre la educación pública y privada.

Fabián Riquelme, director del Centro de Estudios USS, señala que “estamos presenciando inyecciones en materia de presupuesto de la nación nunca antes vistas en Educación Escolar, específicamente la Ley de Inclusión y otras subvenciones, sin embargo, existe poca confianza en que mayores recursos son sinónimo de progreso”.

Un 42% de los encuestados piensa que la gratuidad impactará de manera positiva a la clase media. En tanto, cabe destacar que al analizar por nivel socioeconómico, se aprecia que los más optimistas son los de clase media, con un 46%.

Si bien un 52% de los encuestados no cree que la gratuidad contribuya a disminuir la brecha entre la educación pública y la privada, esto no se da de igual manera en los distintos estratos socioeconómicos, ya que se rompe la tendencia en el nivel bajo, donde los que sí creen que contribuirá superan a los que no con un 56%.

En este punto, la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de casa de estudios, Geraldine Jara, opina que “la gratuidad como política pública apunta a la inclusión desde las oportunidades, entendiendo éstas como la posibilidad que existen cuando cualquier niño o niña tiene acceso a un establecimiento, independiente de la situación socioeconómica de su familia. Esto se traduce en menor segregación principalmente en el nivel socioeconómico bajo, como lo refleja el estudio de opinión”.

El caso más representativo está en quienes piensan que con la gratuidad los resultados de indicadores como el Simce o PSU, seguirán igual (37%), en el resto de los casos se aprecia que los más negativos “Nada + Poco” son los del NSE alto (40%), contraponiéndose a los más positivos con la iniciativa del gobierno, al NSE bajo (40%).

Sobre una posible migración de estudiantes a la educación privada, al analizar los datos se observa que 46% la población encuestada cree mayormente que habrá una migración significativa (Algo + Mucho). En cuanto a la distribución de los niveles socioeconómicos todos se comportan de manera similar, no existiendo diferencias significativas entre ellos.

 “MUY MALA”
Sin embargo, el sondeo arroja que 4 de cada 10 personas piensa que la educación municipal es “muy mala o mala”.

Si bien los datos a nivel socioeconómico se distribuyen de manera similar el más negativo es el NSE alto, superando en un 8% al nivel medio que le sigue.

Para Geraldine Jara, no es extraño constatar que las personas piensan que la educación municipal es “mala”, “entendiendo que esta  se ha tenido que encargar de todos los estudiantes de contextos vulnerables y el enorme desgaste que esta situación reviste, además con familias que tienen problemas para acompañar el proceso y en su mayoría no podrían explicar que es calidad educativa, siendo usuarios complejos del sistema, versus los establecimientos particulares que seleccionan por nivel socioeconómico según su arancel, y generalmente encargan a las familias un “recorrido” de especialistas cuando tienen que trabajar con niños y niñas que no van a un ritmo rápido de aprendizaje”.

Según destaca, “esto se  corrobora año a año por los resultados del Simce, sin ahondar en los factores que explican sus resultados. Al parecer nuestras cifras de desigualdad y las diferencias de nivel socioeconómico no tienen suficiente fuerza para respaldar medidas como la gratuidad y la no selección. Por último, cabe recordar que los resultados se explican desde el nivel socioeconómico de las familias, perpetuando la segmentación y restringiendo las posibilidades a los que no pueden costear una educación de calidad”.

 De esta forma la mayoría de los encuestados es optimista ante el nuevo escenario impuesto por la reforma educacional, con un porcentaje no menor del 9% que cree que de ninguna manera la nueva medida será de utilidad para el país. Y así, 1 de cada 2 personas cree que se favorecerá la inclusión (Algo + Mucho) con la nueva reforma educacional, siendo el NSE “Medio” el más positivo con las expectativas, cabe mencionar que a la hora de ser negativos el NSE “Alto” es quien se lleva los honores, ya que 4 de cada 10 personas piensa que el efecto de la reforma será “Poco” y/o “Nada”.
Fabián Riquelme añade que “habría que esperar medidas que apunten al aula, más que a las que hacen posible acceder a la educación, sobre todo cuando esta evidencia desde hace muchas décadas, desgaste y estancamiento”.

fuente://lanacion.cl

Tuesday, September 29, 2015

Sólo un 41,4% de los egresados de colegios municipales ingresa a la educación superior de forma inmediata

Distintas iniciativas buscan generar igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior. Si en el caso de la educación particular pagada un 77% accede de forma inmediata a una institución de educación superior, la cifra en los establecimientos municpales la cifra representa sólo un 41,4%.

De acuerdo al último Informe de Acceso a la Educación Superior en Chile, elaborado por el Servicio de Información de Educación Superior (Sies) del Ministerio de Educación, de los 238.718 estudiantes egresados de enseñanza media el 2013 sólo un 49,5 por ciento de ellos logró ingresar a la educación superior.

En este escenario, son los establecimientos municipales quienes poseen el menor porcentaje de acceso. Si de los egresados de la educación particular pagada un 77% accede de forma inmediata a una institución de educación superior, en el caso de los estudiantes de establecimientos municipales esa cifra sólo alcanza a un 41,4 por ciento.

Si bien desde el año 2011 al 2013 se produjo un aumento de casi seis puntos porcentuales en términos de cobertura de los estudiantes que acceden a la educación superior, situación que también se ve en el caso de alumnos que provienen de establecimientos particular subvencionados, que pasan de 46,8% a un 50,4%, todavía resulta necesario generar iniciativas que busquen nivelar y otorgar igualdad de oportunidades. El Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (Pace) del Mineduc es uno de ellos.

El talento no discrimina

Se trata de la tercera medida comprometida por la Presidenta en sus primeros 100 días de Gobierno para restituir el derecho a la educación superior de los estudiantes más vulnerables del país. La iniciativa, que partió el 2011 como un programa piloto con un presupuesto de mil 190 millones de pesos, este año elevó su presupuesto a 6 mil millones, aumentando su cobertura de 69 a 339 establecimientos.

El objetivo que los estudiantes de sectores más desfavorecidos puedan optar a un sistema de acceso especial para el ingreso a la educación superior. Un programa que prioriza los resultados obtenidos durante la educación media, por sobre otras variables. En ese sentido, el factor que más pesa es el acompañamiento de los estudiantes durante la educación media.

La idea es detectar vocaciones, reforzar conocimientos, fortalecer aptitudes y generar en los estudiantes las herramientas socioemocionales que les permitan acceder y permanecer en la enseñanza superior.

Según explica Jaumet Bachs, coordinador nacional del programa que este año trabajará en colaboración con 29 instituciones de educación superior, la diferencia respecto a otras iniciativas, como el propedéutico, es que todos los estudiantes pueden acceder a las actividades del programa, sin distinción de rendimiento académico. Sólo al final de cuarto medio se determina quiénes tienen un cupo a la educación superior ¿Cuáles son los requisitos? Egresar de la educación media con 710 puntos ranking o en el 15% de mejor rendimiento de su establecimiento, aprobar satisfactoriamente las actividades de preparación del Pace durante la educación media y rendir la PSU (aunque no se considera puntaje). Esto porque la idea del programa no es sólo que los estudiantes ingresen y que estudien de manera gratuita. También que no deserten, por lo que la iniciativa contempla una nivelación académica, además de un acompañamiento psicosocial que asegure que egresen de la institución a la que accedan.

”Los talentos están distribuidos en todos los sectores de la población. Esta iniciativa nos permite identificar a los alumnos talentosos en los establecimientos más vulnerables de Chile, ofreciéndoles una vía de acceso garantizado a la educación superior y acompañándolos durante los primeros años para que permanezcan en el sistema”, dice Jaumet.

El representante del Mineduc señala que cuando los estudiantes y sus familias ven que hay nuevas oportunidades académicas, cambian su disposición al aprendizajes. “Hoy no todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades, por lo que estamos perdiendo talentos. Con este programa buscamos generar mayor equidad y calidad en la educación superior, identificando a los alumnos con alto rendimiento académico en los colegios y liceos, de manera que aporten a las instituciones de educación superior diversidad social y un alto potencial académico”.

Actualmente Pace trabaja con 56 mil estudiantes de educación media, quienes participan en las acciones de preparación y acompañamiento que desarrollan 27 universidades y 2 centros de formación técnica e institutos profesionales. La primera generación de estudiantes de los establecimientos Pace que comenzaron el año 2014 tendrá mil 142 cupos garantizados en la educación superior, en marzo 2016; mientras que la segunda generación, que hoy está en tercero medio, tendrá cuatro mil 642 cupos garantizados el 2017.

La posibilidad de elegir

Bárbara Soto es periodista. Sin embargo, la ganadora del premio Mujer Impacta 2015 siempre tuvo interés por el tema educacional. Participó del programa Enseña Chile durante dos años y, luego de conocer la realidad y necesidades de los colegios más vulnerables del país, decidió aportar soluciones. Así nació “Yo Elijo”, el primer after school de Chile. El objetivo es muy claro. Que todos los estudiantes, independiente de su origen, tengan la posibilidad de elegir su futuro.

“Nosotros creemos que, lamentablemente, en Chile la gente no tiene la posibilidad de elegir lo que hace. Y eso es porque tu cuna decide tu futuro. Pareciera que uno está predeterminado. Entonces 'Yo Elijo' nace con la idea de dar esa oprotunidad”, dice Soto.

Según explica el programa, que nació el año 2011 como un preuniversitario social, tuvo un giro cuando se dio cuenta que no sólo bastaba con asegurar el ingreso a la universidad, tarea que hasta ahora cumplen en un 100%. También es necesario asegurar la permanencia de los estudiantes en la educación superior. “Fue ahí cuando decidimos tomarlos desde tercero medio, no sólo para prepararlos para entrar, sino para permanecer. Hoy ellos no sólo obtienen becas que cubren por completo sus carreras. Hoy ellos están firmes porque nosotros los apoyamos durante toda la carrera. Nuestro trabajo comienza desde el primer día de 3º medio hasta el último día de la universidad”.

Si bien, hasta ahora no ha egresado ninguna generación, ya que esta modalidad de acompañamiento comenzó sólo el año 2013, hasta ahora no han tenido ningún caso de deserción.

El programa, que actualmente trabaja sólo con colegios municipales, y en sectores vulnerables, tiene 150 niños y un equipo de 52 profesionales. “Nosotros no sólo nos preocupamos de la PSU. Tenemos escuelas de talento, una escuela de rock, de rugby, etc. La idea es que los niños se desarrollen de manera transversal y tengan la posibilidad de elegir. Y creo que ahí está la clave. En que tengan la posibilidad de optar a otras cosas. Además les damos mucha importancia al afecto y a que ellos sepan que siempre pueden contar con nosotros. Y cuando digo siempre, me refiero a que si en la universidad necesitan un profesor de química para la tarde, porque al otro día tienen prueba, nosotros lo gestionamos inmediatamente y lo tienen. Entonces no sólo se trata de tener una formación académica sólida, que la tenemos; también de formar valores y carácter”.

Desde las universidades

Quienes también se han preocupado de velar por la equidad en el ingreso a la educación superior son algunas casas de estudios, que han instaurado diferentes sistemas para abordar el problema. Una de ellas es la Universidad de Chile, que a través de su Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (Sipee) busca que cientos de jóvenes de liceos municipales de todo el país logre ingresar a la Casa de Bello través de una vía alternativa.

El objetivo de Sipee es que estudiantes vulnerables con destacado rendimiento académico, que no alcanzan el puntaje necesario para ingresar a la carrera que quieren, logren entrar a una de las instituciones de educación superior más destacadas del país por una vía alternativa. Entre los requisitos para postular se incluye el ponderar más de 600 o 650 puntos en la PSU, dependiendo de la carrera a la que se desee ingresar, optar en primera preferencia a la Universidad de Chile, cursar el cuarto medio durante el 2015, haber cursado toda la enseñanza media en liceos municipales y tener un promedio de notas de primero a tercero medio igual o superior de 5.5.

Son 450 cupos que permiten ingresar con puntajes inferiores a los que se exijen en el proceso de admisión regular. Al respecto, la directora de Pregrado de la Universidad de Chile, Leonor Armanet, explica que Sipee representa el compromiso por la equidad e inclusión que siempre ha tenido la universidad. Y, por lo mismo, la institución realiza un trabajo que permite que los estudiantes no deserten en una institución con altos estándares de exigencia. "En su proceso formativo se deben disponer de ciertos mecanismos de apoyo, y en eso también somos coherentes con nuestro modelo educativo, donde el estudiante ingresa a un proceso integral de formación”.

fuente-//publimetro.cl


Estamos volviendo locos a nuestros niños

La burocracia del Mineduc se ha dedicado por décadas a crear un sistema infernal, en el cual, mientras más horas de clase y materias se pasen, creen, absurdamente, los niños aprenderán más. En los países avanzados, el lema es “enseñar menos pero mejor”. Aquí, es “enseñar mucho pero mal”. En Chile, se imparten cerca del doble de horas de clase al año que en países avanzados, y se tiene a profesores y alumnos como ratas preparando Simce tras Simce y, cuando ya se agotaron de embrutecerlos, entonces comienza la preparación de facsímiles de la PSU.

El daño siquiátrico a los niños de Chile comienza en la casa
Un estudio publicado en la Revista Médica de Chile de 2012, denominado “Salud mental infanto-juvenil en Chile y brechas de atención sanitarias”, señala que “... más de un tercio de la población infanto juvenil en Chile presenta algún trastorno psiquiátrico en un período de 12 meses”. Estos sufrimientos incluyen trastornos: a) ansiosos, b) afectivos, c) de comportamiento disruptivo, y d) de consumo de sustancias. La muestra señala que la situación es peor en chicos y chicas de 4 a 11 años que en el tramo 12-18. ¿Usted cree, por alguna casualidad, que esos niños tienen alguna posibilidad de aprender a leer, entender números, tener un comportamiento adecuado en las aulas, o empatizar con sus compañeros y profesores?

Esto tiene su origen en lo que ocurre en la casa, y lo que ocurre en la escuela, y ambas aberraciones se potencian para crear la tormenta perfecta.

Según el 4º Estudio de Maltrato Infantil Unicef 2012, “el 71% de los niños y niñas recibe algún tipo de violencia de parte de su madre y/o padre; un 51.5% sufre algún tipo de violencia física; el 25.9% de los niños y niñas sufre violencia física grave”. ¿Se da cuenta el horror de lo que estoy diciendo? Léalo de nuevo, por favor, y atine. No haga como los avestruces. Coménteselo al vecino. Vea además cómo coincide con las cifras de trastornos psiquiátricos arriba mencionados.

El daño se potencia en las aulas
Ahora bien, uno esperaría que la sala cuna, el jardín y la escuelas se convertirían al menos en el refugio para que estos chicos pasen algunas horas del día lamiéndose las heridas afectivas, divirtiéndose y aprendiendo un poco. Falso. Me adelanto a decir que esto no es culpa de los profesores o educadores de párvulos, que son los que tienen que apañar con esta tremenda carga emocional y profesional, sino de un sistema educativo sobresaturado de contenidos y horas de clases y Simces y PSUs, que deja mínimo espacio para el juego y la creatividad.

La burocracia del Mineduc se ha dedicado por décadas a crear un sistema infernal, en el cual, mientras más horas de clase y materias se pasen, creen, absurdamente, los niños aprenderán más. En los países avanzados, el lema es “enseñar menos pero mejor”. Aquí, es “enseñar mucho pero mal”. En Chile, se imparten cerca del doble de horas de clase al año que en países avanzados, y se tiene a profesores y alumnos como ratas preparando Simce tras Simce y, cuando ya se agotaron de embrutecerlos, entonces comienza la preparación de facsímiles de la PSU. Esto no solo daña el aprendizaje creativo, la empatía, la oralidad y el trabajo en equipo, sino que agrava el daño emocional producido en la casa. ¿Pero cómo? ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Vamos a la literatura una vez más.

El país que más se asemeja a Chile en las estupideces del “Simce con consecuencias” es… nuestro modelo de sociedad… Estados Unidos. Un artículo de Twenge de 2010, del Clinical Psychology Review, se denomina, traducido, “Estudio de cohortes 1938-2007: aumento en la psicopatología de los jóvenes americanos”. Señala que ha habido un drámático aumento en este período, usando los mismos instrumentos de evaluación. La explicación esencial que da Peter Gray en “Freedom to Learn” es que la ansiedad y la depresión se correlacionan significativamente con la sensación que tienen las personas de control o falta de control sobre sus propias vidas.

Hay en USA, y también en Chile, un giro casi tectónico de lo que se llama la motivación intrínseca (Pedrito: “Yo tengo ganas de aprender, jugar, crear, hacer algo que me interesa, pasarlo bien”) a la motivación extrínseca a sus vidas (Pedrito: “¡Tienes que aprender los contenidos obligatorios de Cuarto Básico aunque no entiendas lo que lees!”). Los chicos, en suma, tienen escasísimas oportunidades para el juego en la escuela o en la casa por las tareas escolares o domésticas, si es que no están –en un 25% de los casos– sufriendo algún tipo de abuso grave.

Cuando ya la desmotivación, patológica o académica, hace presa de ese niño, y deja de entender lo que lee, y comienza a quedarse atrás de sus compañeros, pasa del hastío a la sensación de humillación. ¿Puede haber algo más humillante que sentir que sus compañeros sí están entendiendo, y que uno ni siquiera logra descifrar los párrafos que tiene al frente? De ahí a la mala conducta, el bullying o la deserción hay un sólo paso.

La combinación de la violencia intrafamiliar con el embrutecimiento escolar es casi letal. Y después nos sorprendemos de los elevados porcentajes de la población que no entienden lo que leen, y de los elevados y crecientes índices delictuales.

La combinación de la violencia intrafamiliar con el embrutecimiento escolar es casi letal. Y después nos sorprendemos de los elevados porcentajes de la población que no entienden lo que leen, y de los elevados y crecientes índices delictuales.
¿Hay solución?
Sí, todavía quiero creer que la hay. Por cierto, ella no pasa por tener helicópteros arriba de las ciudades con megáfonos diciendo a los adultos que no hay que golpear a los niños. Lo que tenemos, como consecuencia de décadas de inequidad, drogadicción, alcoholismo, consumismo espurio y alienación, es una enfermedad social de graves y profundas causas y consecuencias, que se soluciona en décadas, si es que se soluciona.

Pero podemos tratar de rescatar a los niños dañados o, al menos, a una fracción respetable de ellos. Si no los rescatamos, la sociedad chilena seguirá dañada a través de los hijos de los hijos de los que no rescatemos hoy.

La solución es, por supuesto, multisistémica, de larga duración y masiva, por ende, carísima, la primera prioridad de la nación, y no se basa en un mero llamado a las buenas costumbres y algunos mensajes comunicacionales, o la mera creación de una Subsecretaría, como lo que está intentando, con todo respeto, el Consejo Nacional de la Infancia. Esta debiera ser la megarreforma del Estado de Chile, con un Plan Nacional de 20 años y la primera prioridad presupuestal de la nación. Pacto político, esta vez en serio, y con las manos en alto de veras. Aquí van seis ingredientes.

Las Escuelas Maternales de Chile. Cobertura masiva y en horario extendido de jardines infantiles y salas cuna de lujo. De lujo. No con una educadora cada 28 o 30 niños como se está haciendo ahora, lo cual es una mera guardería, sino con una cada 10 o 12. Por cierto, estas educadoras debieran ser también de lujo, formadas en escuelas pedagógicas de lujo, la primera línea de atención a la infancia, con preparación no solamente docente sino en atención psicológica primaria para poder detectar patologías de manera temprana, y con capacidad para apoyar a madres y apoderados, incluso en sus hogares. Formación equivalente a magíster, remuneración acorde, certificación estatal de competencias, conocimientos y habilidades, incluso emocionales. Infraestructura de lujo, calefaccionada, con juegos. De manera que las madres sientan plena confianza de dejar a sus chiquitas y chiquitos ahí, a cualquier hora, porque saben que estarán amorosa y competentemente atendidos. Póngale números: varios miles de millones de dólares tan solo en la formación y remuneración del capital humano requerido. ¿Hay mejor inversión? Esto es, por sí solo, mucha más plata que la requerida por la gratuidad en educación superior para los jóvenes del quintil más rico.
La segunda línea de rescate: consultorios primarios y hospitales. Una vez detectados tempranamente los niños con problemas, estos deben ser derivados a consultorios primarios en estrecha colaboración con los establecimientos escolares. Las psicólogas, psiquiatras y psicopedagogos de los consultorios, en cantidades suficientes, bien formados y remunerados, deben conocerse, cara a cara, con los educadores, y trabajar mancomunadamente. “Aló, Pedro, ahí te mando a Juanito para mañana. Por favor, velo rápido porque está con ataques de ansiedad”. Si el problema escapa al consultorio, en casos excepcionales, debe ser derivado al Hospital zonal… bien coordinado con los consultorios primarios, y no como ahora, en que se los manda desde un médico anónimo a otro médico anónimo, con un papel en la mano, a una larga lista de espera.
La tercera línea, de rescate y formación: las aulas. Pero estamos hablando de las nuevas aulas de Chile, en que los directivos y profesores, bien formados y evaluados, tengan mucho mayores rangos de libertad para acomodar el currículo y las horas semanales de clases, talleres creativos y de tutoría entre alumnos, deportes, juego libre y recreación, a las verdaderas necesidades de sus alumnos. ¿Tiene sentido, si hay en un aula de Séptimo Básico un 80% de alumnos de nivel real Tercero Básico, seguirles pasando materia de séptimo? (esta no es una exageración didáctica). Salvo, claro está, humillarlos y deprimirlos. Cada comuna podría, por cierto, tener un centro similar al que hay en Las Condes, en que se proporcione apoyo a todas las escuelas para los niños con necesidades especiales de aprendizaje.
La cuarta línea. La UCI de los niños. Cuando ya los problemas son graves, es necesario institucionalizarlos, en Sename II. Digo Sename II porque el actual, Sename I, más valdría cerrarlo o rehacerlo completo. No tiene ni la infraestructura ni los recursos, ni la capacidad de gestión ni los profesionales necesarios, y las historias que con frecuencia escapan de sus paredes son para llorar. Otros muchos millones de dólares… si no queremos que esos niños se conviertan en la escoria de la sociedad.
El rescate laboral y la reinserción. Es sabido que más de la mitad de la población penal comenzó a delinquir a los trece años, y que cuando “egresan” por la mal llamada puerta giratoria, salen más preparados y deseosos de delinquir que antes. Las cárceles de Chile, todas, salvo los casos de mayor peligrosidad, deben convertirse en los mejores liceos técnicos del país. Deben ingresar pequeños delincuentes, y deben egresar personas con oficios certificados por los distintos gremios empresariales, habiendo hecho prácticas duales en las últimas fases de su rehabilitación.
Tecnología. Juanito, hoy, en el Jardín, es uno, en el Kinder es otro, en el consultorio es otro, en el hospital es otro, y en el Sename es otro. Ningún profesional tiene acceso a la ficha de Juanito del otro establecimiento. La base de datos clínica y académica y judicial de Juanito debe ser una sola. Costo despreciable y marginal en lo técnico y económico, pero monumental en la defectuosa coordinación interinstitucional.
¿Vale la pena el esfuerzo, el tiempo y el costo? Usted dirá. Yo votaré por el candidato presidencial que prometa este como el principal y más prioritario programa de reforma del Estado y de rescate de los niños de Chile. Y con un aparato de Estado sólido, coordinado y sin pitutócratas para ejecutarlo. Es esto o no hay salida.

fuente://elmostrador.cl

Thursday, September 24, 2015

DC se resta de documento de Nueva Mayoría que pide gratuidad en educación sin becas

Esto, luego de las declaraciones de la propia titular del Minsal que dijo, en una primera instancia, que la gratuidad en educación superior a través de becas.

El vicepresidente del PPD, Gonzalo Navarrete, entregó ayer a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, un documento que fue respaldado por todos los partidos de la Nueva Mayoría -excepto la DC- donde pide que la gratuidad de la educación en 2016 no se realice a través de becas.

Esto, luego de las declaraciones de la propia titular del Minsal que dijo, en una primera instancia, que la gratuidad en educación superior a través de becas.

Según consigna El Mercurio, el texto plantea que se debe fijar un "criterio de transferencia basado en la determinación de un arancel regulado para las instituciones que considere el costo regional diferenciado de la educación superior".

También plantea terminar con el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) -que se entrega a las universidades por los 27 mil mejores puntajes PSU- y que esos $24 mil millones financien la gratuidad de siete mil estudiantes.

Asimismo, stablece que la transferencia de los recursos sea "vía convenios Mineduc e instituciones beneficiarias". En otras palabras: sin becas a los alumnos.

Frente al documento, el senador DC Ignacio Walker hizo hincapié en que "los cuatro presidentes de partido de la Concertación, en agosto de 2011, propusimos un sistema mixto de financiamiento a la oferta vía aportes fiscales directos, y a la demanda, a través de lo que llamamos un sistema nacional de becas y créditos. Y fue ratificado por unanimidad por el consejo nacional de la DC".

Consultado por las nuevas declaraciones de la ministra Delpiano -que descarta la opción de las becas para la gratuidad- Walker remató: "Si el gobierno tiene una idea mejor, que la ponga sobre la mesa".

fuente://elmostrador.cl