Wednesday, October 28, 2015

ENCUESTA REVELA QUE 4 DE 10 PERSONAS CONSIDERA QUE EDUCACIÓN MUNICIPAL ES “MALA”

Estudio realizado por el Centro de Estudios de la Universidad San Sebastián, con el objetivo de obtener un panorama acerca de lo que piensa la población sobre los efectos de la Ley de Inclusión Escolar, detectó que Un 42% de los encuestados piensa que la gratuidad impactará de manera positiva a la clase media.


Un sondeo realizado por el Centro de Estudios de la Universidad San Sebastián, con el objetivo de obtener un panorama acerca de lo que piensa la población sobre los efectos de la Ley de Inclusión Escolar, que termina con el lucro, copago y selección, detectó escepticismo, sobre todo en los segmentos con mayores ingresos, respecto de si tendrá algún impacto en la calidad de la educación o si se estrecharán las brechas entre la educación pública y privada.

Fabián Riquelme, director del Centro de Estudios USS, señala que “estamos presenciando inyecciones en materia de presupuesto de la nación nunca antes vistas en Educación Escolar, específicamente la Ley de Inclusión y otras subvenciones, sin embargo, existe poca confianza en que mayores recursos son sinónimo de progreso”.

Un 42% de los encuestados piensa que la gratuidad impactará de manera positiva a la clase media. En tanto, cabe destacar que al analizar por nivel socioeconómico, se aprecia que los más optimistas son los de clase media, con un 46%.

Si bien un 52% de los encuestados no cree que la gratuidad contribuya a disminuir la brecha entre la educación pública y la privada, esto no se da de igual manera en los distintos estratos socioeconómicos, ya que se rompe la tendencia en el nivel bajo, donde los que sí creen que contribuirá superan a los que no con un 56%.

En este punto, la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de casa de estudios, Geraldine Jara, opina que “la gratuidad como política pública apunta a la inclusión desde las oportunidades, entendiendo éstas como la posibilidad que existen cuando cualquier niño o niña tiene acceso a un establecimiento, independiente de la situación socioeconómica de su familia. Esto se traduce en menor segregación principalmente en el nivel socioeconómico bajo, como lo refleja el estudio de opinión”.

El caso más representativo está en quienes piensan que con la gratuidad los resultados de indicadores como el Simce o PSU, seguirán igual (37%), en el resto de los casos se aprecia que los más negativos “Nada + Poco” son los del NSE alto (40%), contraponiéndose a los más positivos con la iniciativa del gobierno, al NSE bajo (40%).

Sobre una posible migración de estudiantes a la educación privada, al analizar los datos se observa que 46% la población encuestada cree mayormente que habrá una migración significativa (Algo + Mucho). En cuanto a la distribución de los niveles socioeconómicos todos se comportan de manera similar, no existiendo diferencias significativas entre ellos.

 “MUY MALA”
Sin embargo, el sondeo arroja que 4 de cada 10 personas piensa que la educación municipal es “muy mala o mala”.

Si bien los datos a nivel socioeconómico se distribuyen de manera similar el más negativo es el NSE alto, superando en un 8% al nivel medio que le sigue.

Para Geraldine Jara, no es extraño constatar que las personas piensan que la educación municipal es “mala”, “entendiendo que esta  se ha tenido que encargar de todos los estudiantes de contextos vulnerables y el enorme desgaste que esta situación reviste, además con familias que tienen problemas para acompañar el proceso y en su mayoría no podrían explicar que es calidad educativa, siendo usuarios complejos del sistema, versus los establecimientos particulares que seleccionan por nivel socioeconómico según su arancel, y generalmente encargan a las familias un “recorrido” de especialistas cuando tienen que trabajar con niños y niñas que no van a un ritmo rápido de aprendizaje”.

Según destaca, “esto se  corrobora año a año por los resultados del Simce, sin ahondar en los factores que explican sus resultados. Al parecer nuestras cifras de desigualdad y las diferencias de nivel socioeconómico no tienen suficiente fuerza para respaldar medidas como la gratuidad y la no selección. Por último, cabe recordar que los resultados se explican desde el nivel socioeconómico de las familias, perpetuando la segmentación y restringiendo las posibilidades a los que no pueden costear una educación de calidad”.

 De esta forma la mayoría de los encuestados es optimista ante el nuevo escenario impuesto por la reforma educacional, con un porcentaje no menor del 9% que cree que de ninguna manera la nueva medida será de utilidad para el país. Y así, 1 de cada 2 personas cree que se favorecerá la inclusión (Algo + Mucho) con la nueva reforma educacional, siendo el NSE “Medio” el más positivo con las expectativas, cabe mencionar que a la hora de ser negativos el NSE “Alto” es quien se lleva los honores, ya que 4 de cada 10 personas piensa que el efecto de la reforma será “Poco” y/o “Nada”.
Fabián Riquelme añade que “habría que esperar medidas que apunten al aula, más que a las que hacen posible acceder a la educación, sobre todo cuando esta evidencia desde hace muchas décadas, desgaste y estancamiento”.

fuente://lanacion.cl

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