Monday, July 18, 2016

Reforma educacional en Chile: “No hay voluntad política para avanzar en la gratuidad” Reforma educacional en Chile: “No hay voluntad política para avanzar en la gratuidad”

Después de cinco años de lucha estudiantil, el gobierno chileno presentó al Congreso un proyecto de ley de reforma a la educación superior. Sin embargo, para las y los estudiantes la propuesta mantiene una lógica de mercado e incumple la promesa de gratuidad universal. En esta entrevista, Daniel Gedda, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, explica las razones del rechazo al proyecto oficial.


-¿Cómo es, a grandes rasgos, la propuesta de reforma educacional que presentó Bachelet y por qué fue rechazada por el movimiento estudiantil?

– La propuesta del gobierno responde a más de cinco años de movilización. Se estructura a generar una nueva institucionalidad, que permita mayor fiscalización en las instituciones privadas de educación superior, ciertos cambios al financiamiento de las instituciones y un trabajo en torno a la gratuidad bastante modesta. Para nosotros es una reforma insuficiente porque en las atribuciones de fiscalización deja la puerta abierta al lucro en la educación superior. Nosotros queremos que el lucro no sólo sea prohibido sino que se tipifique como delito, cosa que la reforma no hace.

Y en cuanto al financiamiento, vemos que la educación pública vuelve a ser el gran ausente. En Chile no tenemos educación pública y solamente el 15% de la matrícula total de la educación superior se encuentra en instituciones del Estado. No vemos en esta reforma que se avance en reconstruir la educación pública. Por último, cuando hablamos de gratuidad, vemos que esta es una gratuidad insuficiente, que no cambia el paradigma de financiamiento que es a la institución, y además queda sujeta a los vaivenes macroeconómicos del país. Estaríamos hablando de que Chile tendría educación gratuita recién en el años 2060, 2070. Nos parece una falta de respeto a las movilizaciones sostenidas por las familias chilenas todos estos años.

– ¿Cuáles son los puntos centrales que ustedes proponen y que no están contemplados en el proyecto del oficialismo?

– Nuestra propuesta gira en torno al fortalecimiento de la educación pública, para que las instituciones del Estado crezcan llegando a cubrir, por lo menos, la mitad de la matrícula en el sector universitario y la reactivación de un marco regulatorio fuerte y potente, que fiscalice a las instituciones de la educación superior privada que hoy no tienen fiscalización alguna en términos de lucro, de reinversión de utilidades y de proyecto educativo en general. Y también que estas instituciones cuenten con mecanismos democráticos de participación de la comunidad. Por último, avanzar hacia una gratuidad universal con aportes basales a las instituciones. Nada se cumple con lo que propone el gobierno, no se habla de fortalecer la educación pública.

– Bachelet defendió su propuesta argumentando que es un proyecto “realista” y que va a ir gradualmente hacia la educación superior gratuita. ¿Es realista o se pudo haber hecho más? ¿Por qué el gobierno decidió no ir a fondo con el tema?

– El gobierno en su campaña prometió alcanzar la gratuidad universal para el año 2020. Desde ya es una irresponsabilidad tremenda entregar promesas en campaña que no se van a cumplir, pero más allá de la gradualidad o que sea realista o no, el problema es otro. Acá no hay voluntad política de avanzar hacia la gratuidad, por eso se la deja amarrada. Hoy en Chile existen los recursos para financiar la gratuidad en la educación, incluso más derechos sociales como salud, previsión, etc. El problema es que Chile es un país de una enorme desigualdad, donde el 1% concentra el 30% de los ingresos. Decir que hoy no existe la plata para financiar los derechos sociales no es realista, es falta de voluntad política de cambiar la estructura de desigualdad de este país.

– ¿Qué rol vienen desempeñando los ex dirigentes estudiantiles que han tenido gran protagonismo en años anteriores y hoy ocupan bancas en el Congreso, como por ejemplo Camila Vallejo quien forma parte de la coalición de gobierno?

– Ellos ahora desde la otra vereda, que es la institucionalidad, están intentando que la reforma y los cambios sean hacia las necesidades de las grandes mayorías. Aunque hay que hacer una diferencia. Dirigentas como Camila Vallejo y Karol Cariola lamentablemente son parte de una coalición que a nuestro parecer no es el camino para avanzar en estos derechos, es una coalición con demasiados intereses creados en negocios con la educación y distintos sectores. Con esta coalición, la Nueva Mayoría, no se puede trabajar, pero no por eso hay que pensar que el Partido Comunista no quiera avanzar en la consecusión de los derechos sociales. Por otro lado, me gustaría destacar la labor de Giorgio Jackson y Gabriel Boric, que desde su sector como parlamentarios han intentado levantar las demandas del movimiento social e instalarlas en la institución. Es un ejercicio muy válido y que nos permite disputar lo mismo desde veredas distintas. Eso ha fortalecido y nos ha ayudado en la disputa.

– Después de tantas idas y venidas el movimiento estudiantil sigue en las calles ¿Cómo sigue esta lucha? ¿Qué fortaleza tiene hoy para seguir peleando por estas demandas tan postergadas?

– Hoy estamos en pie de movilización, pero también guardando fuerzas para lo que serán meses posteriores que pueden ser más álgidos. No son sólo los estudiantes los que están peleando por esta reforma, hoy los trabajadores de la educación superior están movilizados, dando discusiones en los distintos espacios a nivel nacional para trabajar junto al movimiento estudiantil, en una propuesta de modelo educativo que solucione los problemas del modelo actual. También están los los rectores de las instituciones estatales. Hoy para que el movimiento estudiantil pueda seguir creciendo y seguir teniendo fuerza, tiene que consensuar las demandas con otros actores, para que lo que salga el día de mañana sea positivo y logremos aglutinar a amplios sectores sociales detrás de las demandas por una educación distinta. Ese es el trabajo en que estamos, que va dar frutos en los próximos meses y nos va a permitir pelear con más fuerza la reforma en todos los espacios posibles, tanto los institucionales como en las calles.

*Entrevista realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite los jueves de 12 a 14 hs por Radionauta FM.


Fuente: Por Francisco Parra y Gerardo Szalkowicz*radionautafm.cl

Friday, July 1, 2016

ALICIA BÁRCENA: “SIN LA REFORMA TRIBUTARIA, CHILE TENDRÍA MÁS PROBLEMAS”

La secretaria ejecutiva de la Cepal, quien además ha declarado estar dispuesta a ser candidata para ser secretaria general de la ONU, tiene una clara visión de la situación económica que vive la región y también una buena opinión de las últimas reformas que nuestro país ha ido implementando.


La actual secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, ha hecho noticia en los últimos meses, luego de confirmar que está dispuesta a ser candidata para ocupar el cargo de secretaria general de la ONU.
Sin embargo, la verdadera importancia de Bárcena es que tiene muy claro el panorama económico que vive la región y por lo tanto sabe cuáles son los caminos que se deben tomar para salir definitivamente de la crisis.



El miércoles pasado, la titular de la Cepal fue la principal exponente de un foro organizado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Agcid), la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) y el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), realizado en dependencias del Ministerio de Relaciones Exteriores en Santiago, llamado “Diálogo sobre la Cooperación para el Desarrollo de América Latina y el Caribe”, en donde Bárcena entregó la propuesta de Cepal para la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la región

Luego, viajó de inmediato a Puerto Varas para estar presente en la XI Cumbre de la Alianza del Pacífico. Pero antes de eso, se tomó unos minutos para conversar con el diario La Nación y analizar la situación de América Latina y, en especial, de Chile.

- Usted señaló que el modelo actual de desarrollo ya no es sostenible. Entonces, ¿Cuál es la receta?
- Creo que los países, sobre todo los desarrollados, los superavitarios, los que tienen más espacio fiscal, deberían coordinar sus esfuerzos para estimular la demanda agregada. Lo que está pasando, y ahora con el Brexit algo de esto se está hablando en términos monetarios, es que se están anunciando las posibilidades de que haya inyecciones de liquidez, ya sea en Europa y en Estados Unidos, en caso de necesidad. Pero hay que hacerlo de una manera más sistémica, en el sentido de que deben colaborar los países de Europa, Estados Unidos, Asia-Pacífico, los que tengan la espalda para poder estimular en conjunto la demanda agregada, que es lo que se nos ha caído en el mundo, con menos consumo, menos inversiones, menos crecimiento, menos comercio. Es lo que llamamos sesgo recesivo. Ahora, no hablamos de cualquier crecimiento, sino que debe estar asociado a una agenda más baja en carbono y más sostenible.

- En este contexto, ¿cuál es el papel que debe ocupar América Latina y el Caribe?

- La mayoría de los países de la región están mirando sus propios gastos públicos y están haciendo estos procesos de ajuste. Lo que la Cepal ha estado conversando con ellos es cómo proteger el gasto social para que no haya retrocesos delicados, como los hubo en los ’90. América Latina, en gran medida, mejoró sus indicadores de pobreza y de desigualdad. En segundo lugar, hay que ver cómo avanzar hacia la universalización de la protección social. Nuestra población en América Latina está envejeciendo, hay países como Uruguay y Cuba que están en la punta más delicada del envejecimiento y está Guatemala y otros países centroamericanos que todavía tienen un bono demográfico importante. Entonces, qué se tiene que hacer. Los países que están en un proceso de envejecimiento tendrán que cuidar sus políticas de protección social. También deben ver qué pasará con la seguridad social del futuro, quién la va a sostener. Los que tengan un bono demográfico importante de 15 ó 20 años deben aprovechar esa ventana con programas educativos, de capacitación, de modernización digital. Cada país deberá identificar cuáles son sus brechas y sus temas más complejos que deben resolver de cara al 2030. Chile, por ejemplo, tomó una decisión que para mí es muy importante, que es que para el 2050 el 70% de la energía será renovable. Eso ya ha dado señales muy poderosas para el mercado.

AS REFORMAS DE BACHELET

- Además de la agenda energética que el gobierno de Bachelet ha impulsado, también lo ha hecho con tres reformas importantes, que son la tributaria, la educacional y la laboral. ¿A su juicio, Chile va por el camino correcto?

- Vemos que la reforma tributaria fue muy importante. Si no se hubiese hecho esa reforma en su momento, la verdad es que Chile tendría muchos más problemas en relación a sus ingresos tributarios. Aumentaron los ingresos tributarios, sobre todo a través de impuestos sobre la renta, y cayó el ingreso no tributario, que es el del cobre. Va logrando un principio muy claro, que es: a gastos permanentes, ingresos permanentes. Una reforma de estas características es una reforma progresiva, una reforma en la dirección correcta. Chile es uno de los países con mejor institucionalidad fiscal de toda América Latina, el Servicio de Impuestos Internos es uno de los mejores. Es por eso que muchos ven a Chile como un modelo.

- ¿Cuál es su opinión de la reforma educacional?

- Chile necesitaba con urgencia una reforma educativa. Ahora, es muy complicada porque obviamente es un sistema que requiere muchos cambios de mucho tiempo, pero creo que va en la dirección correcta en tratar de apuntalar la educación superior, que es la que puede subirse o no a la revolución tecnológica. La educación superior será sin duda la que podrá mejorar, incluso, nuestro desempeño en la innovación, tema donde también ha realizado una gran labor la Corfo.

- El tema de la desigualdad sigue siendo muy importante en la región…

- Sí, y uno de los instrumentos redistributivos más importante es la reforma tributaria. El hecho de que paguen más los que más tienen, que tributen al erario público y que sea el erario el que tenga que distribuir esos recursos de manera más equitativa entre la gente es un instrumento central. El segundo, muy importante también, es lograr la educación gratuita. Cuánta gente existe que tiene que pagar por años sus créditos educativos, que no logran encontrar rápidamente trabajo y que realmente tienen muchos problemas incluso para sobrevivir. La universalización de bienes públicos meritorios, como lo son la educación y la salud, es vital para la población. En Chile además se está avanzando en un camino muy importante, que es trabajar en relación a la pobreza multidimensional para poder localizar con mayor precisión dónde está la gente que tiene más carencias de agua, de vivienda, de electricidad.


- ¿Qué opina de la reforma laboral?

- Lo que más dignifica es el trabajo bien remunerado y con derechos, y creo que el debate respecto a la reforma laboral está en eso. Es decir, cómo lograr en un momento tan difícil como se está atravesando económicamente no desproteger al mundo laboral. Con esa mejor comprensión sobre dónde están las carencias ubicadas territorialmente se puede lograr mayor eficacia en las políticas públicas. Chile es un país que ha logrado avances muy importantes en pobreza y desigualdad y creo que hay varios elementos que han contribuido con aquellos, como son las políticas de protección social para los adultos mayores. Uno de los programas más emblemáticos en el primer periodo del Gobierno de Michelle Bachelet fue entregarle una pensión.

Fuente://lanacion.cl