Thursday, March 15, 2012

Exámenes PISA: recurso para evaluar la educación

LA MISIÓN PRINCIPAL ES MEJORAR LA CAPACIDAD ESTUDIANTIL Y ELEVAR EL DEBATE

Con el objetivo de analizar el rendimiento, la preparación y la aplicación del conocimiento de los estudiantes, así como su capacidad para enfrentar los retos del futuro, desde el año 2000 se implementa el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), bajo la coordinación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entidad intergubernamental que reúne a los países más industrializados de economía de mercado y que en la actualidad agrupa 34 países en todo el mundo.

La misión fundamental de este programa es analizar y determinar el rendimiento y la formación de los estudiantes cuando llegan al final de la etapa de enseñanza media, hacia los 15 años, antes de iniciar la educación profesional y/o integrarse a la vida laboral. Esto permite a los países participantes adoptar las decisiones públicas necesarias para mejorar los niveles educativos.

Estas pruebas deben establecer si los estudiantes evaluados son capaces de analizar, razonar y comunicar sus ideas efectivamente y si tienen la capacidad de seguir aprendiendo toda la vida para aplicar esos conocimientos en la solución de problemas.

La evaluación PISA, que se realiza por encargo de la OCDE cada tres años en unos 67 países en la actualidad, ocho de ellos de Latinoamérica, cubre las áreas de lectura, matemáticas y ciencias o competencia científica, haciendo énfasis en que los estudiantes tengan dominio de los procesos y entendimiento de los conceptos.

Cada ciclo de tres años corresponde medir la capacidad de los estudiantes en áreas específicas. En ese sentido, el año 2000 tuvo como foco principal la lectura, el 2003 las matemáticas, el 2006 las ciencias y al transcurrir 9 años se repiten los ciclos.

PISA en Latinoamérica
Durante la última década los países latinoamericanos han incrementado activamente su participación en PISA, según una investigación a cargo de la OCDE.

De los estudios internacionales, PISA es el que ha registrado la mayor participación de países de la región. Tal es el caso de México y Brasil, naciones que se suscribieron desde la primera aplicación que se llevó a cabo en el año 2000, luego se sumaron Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Colombia, Panamá y Costa Rica, integrado recientemente para el ciclo de 2012.

Un trabajo del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina (PREAL), señala como una situación inédita para la región, la cantidad de países participantes, así como la posibilidad de contar con información que permita observar tendencias de mediano plazo durante una década.

En ese informe de PREAL vemos que al menos ocho países de América Latina han asumido la responsabilidad de mejorar sus niveles educativos enfocándose en elevar la calidad y capacidad de sus estudiantes.

La experiencia chilena
En el caso de Chile, una de las primeras naciones de la región en participar en PISA, según reportes destacados internacionalmente, registró una mejoría relevante en sus estudiantes en los resultados de lectura y en la equidad social, dado que el avance fue mayor entre los alumnos económicamente más desfavorecidos.

Si vemos el caso de Panamá, uno de los de más reciente inserción y que logró participar en el ciclo de PISA en 2009, según el mismo informe, no logró que las autoridades educativas asumieran un compromiso público a partir de los resultados, por lo que la implementación del programa pasó casi inadvertida en ese país y tampoco hubo discusión social sobre el tema.

Es importante señalar en el contexto de este trabajo, sobre la aplicación de las evoluciones del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), el amplio debate suscitado en los últimos años sobre el tema de educación en muchos países, incluyendo República Dominicana, situándose en dos ejes centrales: calidad de la educación y cantidad de inversión en la misma.

En ese sentido, Pedro Ravela miembro del Grupo de Trabajo Estándares y Evaluaciones del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL), asegura que uno de los principales aportes que deja a un país el estudio PISA, es propiciar debates y análisis serios sobre la realidad educativa de una nación y los desafíos que deben enfrentar las carencias que esta investigación pone de manifiesto.

Si vemos con seriedad el tema, estaríamos de acuerdo con Ravela en que la mala calidad del debate no es solo responsabilidad exclusiva de las autoridades, sino que también incluye a otros sectores que inciden en las discusiones.

El experto en temas de educación no deja de atribuir responsabilidades a las autoridades educativas, a las que dice les concierne el compromiso de encausar un debate serio en torno al tema.

“Mientras este debate no se produzca y los análisis y críticas sigan siendo superficiales y no se adopten acciones concretas para mejorar el enfoque de la enseñanza en las aulas, no cabe esperar que se produzcan mejoras en los resultados”, precisa Ravela.

En el caso de la República Dominicana también existe un debate sobre el tema de educación, pero más enfocado hacia la cantidad presupuestaria para ese sector, sin embargo, el país nunca ha participado en evaluaciones de este tipo, aunque sí se ha discutido sobre el tema en seminarios, talleres y conferencias, donde miembros de la OCDE, que tiene su sede en París, han explicado cómo funciona el sistema de las evaluaciones PISA y su efectividad para detectar y corregir la raíz de las deficiencias educativas.

“El aspecto que diferencia a PISA de las pruebas tradicionales es su enfoque en la capacidad de los estudiantes para aplicar los conocimientos adquiridos”, según el director del Programa de Cooperación con países no miembros de la OCDE, Ian Whitman, quien disertó durante una mesa redonda organizada por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), sobre la calidad y medición de la educación y los exámenes PISA como caso de estudio.

“Los exámenes PISA ayudan a los estudiantes a prepararse para la vida y sirven como un espejo para ver las capacidades con las que cuentan. En PISA hablamos con estudiantes, padres, profesores, y directores, tratamos de llegar a la raíz de los problemas y hacer la evaluación de los trabajos de una forma justa”, manifestó Whitman.

Para la ministra de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo, la implementación de este tipo de programas en República Dominicana sería beneficioso, ya que serviría de estímulo entre los alumnos, maestros y en las mismas autoridades para elevar el rendimiento de los estudiantes.

Sobre el tema, el presidente Leonel Fernández ha sido enfático al señalar la importancia de que los estudiantes aprendan la aplicación del conocimiento en la solución de problemas, ya que la tradición en República Dominicana y en Latinoamérica, al someter los alumnos a exámenes es sólo medir el conocimiento, sin profundizar en su capacidad de análisis.

Sin duda, en lo adelante, países como el nuestro, cuyo índice educativo es inferior al de otras naciones de la región, deberá reencauzar el debate en torno a la calidad de la educación: o sea, calidad de los profesores, capacidad de los estudiantes y eficacia del sistema de enseñanza que se aplica.

A raíz de ese debate, podría surgir la posibilidad de que la República Dominicana se inserte al grupo de 67 naciones del mundo que miden la capacidad y el desempeño de los alumnos, a través del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA).

La implementación de evaluaciones de ese tipo en el país, aportaría referencias útiles a las autoridades a la hora de desarrollar las políticas educativas que requiere nuestra realidad social y económica, para alcanzar los niveles de desarrollo anhelados por todos los dominicanos y las dominicanas.

PAÍSES QUE IMPLEMENTAN EL PROGRAMA ‘PISA’ EN AL
Sólo ocho países de América Latina han implementado las evaluaciones PISA:

México 2000
Brasil 2000
Argentina 2003
Perú 2003
Chile 2003
Uruguay 2003
Colombia 2006
Panamá 2009
Costa Rica Inicia en 2012
Puerto Rico (Se hará estudio piloto en 2012)

República Dominicana solicitó su participación en PISA para las pruebas del ciclo 2009, incluso se llegó a preparar la parte técnica piloto, pero finalmente no participó, debido a que las autoridades de Educación de ese momento entendieron que el país no obtendría los resultados esperados”, dice Julio Valeirón, director del Instituto Dominicano de Educación e Investigación de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación.

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