Wednesday, September 23, 2015

EXPERTA DEFIENDE VENTAJAS DE INTEGRAR A ESCOLARES CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

Tatiana Cisternas, educadora diferencial y doctora en Educación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide) de la Universidad Alberto Hurtado, dice que más que etiquetar a un niño con una enfermedad, lo que lo afecta en su autoestima y en las oportunidades que va a tener en el futuro, hay que mejorar los métodos de enseñanza en la sala de clases, aceptar las diferencias como algo normal y adoptar distintas formas de enseñar de acuerdo a cada alumno.

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La diversidad en la sala de clases es un tema que divide a los expertos. Algunos argumentan que los niños diagnosticados con problemas de aprendizaje deben estar separados del resto de los escolares mientras que otros defienden la tesis de que deben estar juntos, porque ello se transforma finalmente en una ventaja.

Tatiana Cisternas, educadora diferencial y doctora en Educación del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide) de la Universidad Alberto Hurtado,  que se especializa en la formación de profesores, dice que las investigaciones han demostrado que es bueno mezclar a niños de distintos niveles en la sala de clase.

Esto beneficiaría tanto a los niños con problemas de aprendizaje (déficit atencional, retardo mental leve, dislexia), como a los que tienen un desarrollo normal.

“La heterogeneidad en el aula es una ventaja. Sabemos que no habrá fracaso escolar si se dan ciertos aprendizajes, si se asume la diferencia como tal. Es importante promover la heterogeneidad en la etapa básica para prevenir problemas futuros, eso permitirá evitar fracasos”, remarca.

Según la experta, más que etiquetar a un niño con una enfermedad, lo que lo afecta en su autoestima y en las oportunidades que va a tener en el futuro,  hay que mejorar los métodos de enseñanza en la sala de clases, aceptar las diferencias como algo normal y adoptar distintas formas de enseñar de acuerdo a cada alumno.

“Que yo tenga en la sala un niño con déficit atencional o retardo mental leve no cambia lo que tengo que hacer para enseñarle a leer o escribir”, explica.

En los primeros años de educación básica lo que marca las diferencias son los "saberes culturales", agrega. "Un niño que no ha crecido en un ambiente en que el padre o la madre leen un libro, eso claramente lo marca. Soy una convencida de que esto se puede revertir sin mucha dificultad si la escuela es responsable de ofrecer las experiencias que el niño no recibe”, apunta.

CAMBIAR LA MENTALIDAD
Tatiana Cisternas asegura que la diversidad en la sala de clases es algo positivo, por lo que es necesario cambiar la mentalidad de profesores y padres que piensan lo contrario.

“Hay muchas políticas educativas que le comunican al profesor que lo mejor es deshacerse del niño que sabe menos, del que le cuesta aprender, porque, por ejemplo, le irá mejor en el Simce si el curso se queda solamente con los niños más aventajados”, pone el acento.

Sin embargo, estas políticas crean “un fracaso escolar encubierto porque si bien las tasas de repitencia son bajas, la calidad de aprendizaje también lo es, lo que obviamente repercute en las oportunidades de un niño. Además, crean sistemas perversos donde los niños excluidos terminan en escuelas que acumulan profesores con menos herramientas creando un círculo vicioso”, completa.

fuente://lanacion.cl

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