Thursday, June 14, 2012

Mallas curriculares de Pedagogías en Educación Inicial tendrían que enfatizar en contenidos, como el desarrollo del lenguaje verbal.


En la última medición de la prueba Inicia, los egresados de Educación Parvularia tuvieron sólo un 54% de respuestas correctas en conocimientos disciplinarios y pedagógicos. Es decir, un alto porcentaje no domina las materias que enseña, como lenguaje verbal, matemática y ciencias naturales y sociales.
Por esta razón, el Ministerio de Educación encargó el año 2010 al Centro de Investigación, Avanzada en Educación (Ciae) de la Universidad de Chile diseñar los nuevos estándares que fijan orientaciones de lo que deberían aprender las futuras educadoras de párvulos.
El documento fue publicado hace algunos días y presenta las 21 habilidades y conocimientos que los futuros maestros deben manejar como “requisitos mínimos” al egresar.

“En la actualidad, existe una heterogeneidad de enfoques en las distintas carreras de Educación Parvularia. Ello provoca que existan docentes que saben cómo generar habilidades sociales o de cuidado de la salud en los niños, pero no necesariamente entregan contenidos académicos, es decir, generan habilidades cognitivas”, dice Violeta Arancibia, directora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas del Mineduc (CPEIP).
De hecho, pese a que, según diversos estudios, la educación preescolar es clave en el desarrollo futuro de los niños, en Chile no hay evidencia de ese fenómeno. Un estudio encargado por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) encontró que no hay diferencias en el desarrollo intelectual de los niños, de entre cero y dos años de edad, que asisten a la sala cuna versus quienes se quedan en casa. Parte de la explicación podría estar en la formación de las educadoras.
Por esto, la idea del Mineduc es que las mallas curriculares tengan énfasis en los conocimientos que los docentes deben después enseñar en el aula, según el currículum de la educación inicial.
No se trata de escolarizar la educación preescolar. “Para que un niño aprenda, debes lograr que le entregue sentido a lo que le estás enseñando. Si arma una torre con cubos y ésta se cae cuando llega al sexto cubo, la educadora debe saber nociones sobre equilibrio y explicarle de manera didáctica por qué se produce la caída”, dice Arancibia.
Los requisitos
Los estándares propuestos por el Mineduc no son obligatorios para las facultades de Educación, pero serán medidos en la prueba Inicia. La idea es que las educadoras manejen dos tipos de contenidos: aquellos referidos a las disciplinas que deben enseñar y pedagógicos, relacionados con la forma de enseñar.
En el primer caso, los egresados deberían manejar contenidos sobre el desarrollo y el aprendizaje de la autonomía de los párvulos, lenguaje verbal y contenidos de los subsectores de lenguaje verbal, matemáticas, ciencias naturales y sociales.
Por ejemplo, según Arancibia, que un niño desarrolle habilidades del lenguaje depende, en primer lugar, del capital cultural de los padres y, en segundo, del nivel cultural de la educadora. “Si la profesora tiene un vocabulario de mil palabras, los niños hablarán y pensarán en mil palabras. Pero si la profesora tiene un vocabulario limitado, el niño también lo tendrá”, enfatiza.
Para medir estos conocimientos, el Mineduc está creando un mecanismo que pueda cuantificar de manera objetiva lo que aprenden los preescolares.
Existen los requisitos pedagógicos que las educadoras deberían manejar, entre los que figuran el que sean capaces de generar un ambiente acogedor para el aprendizaje de los niños, el conocer el desarrollo evolutivo de los mismos y saber diseñar experiencias pedagógicas adecuadas para su aprendizaje.
“No puedes enseñarle a un preescolar de la misma manera que enseñas en la educación básica o media. Por eso es necesario que las educadoras conozcan a sus alumnos y adopten metodologías acordes a la realidad de sus estudiantes”, dice Malva Villalón, experta en educación inicial de la Universidad Católica.
En la confección de los estándares participaron más de 60 profesionales, provenientes de diversos organismos nacionales, entre ellos universidades, fundaciones, centros educativos y entidades pertenecientes al sector público.
“La educación parvularia es una carrera estratégica, de ella depende que las brechas educacionales por nivel socioeconómico se reduzcan. Pero para eso necesitamos que los profesionales que se dedican a ella sean de calidad”, enfatiza Arancibia.
fuente://latercera.com

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